En nuestra sección Tips y Consejos, ya te contamos diversas formas de cuidar tu auto preventivamente para evitar roturas que puedan “dejarte a pata” y atentar gravemente a tu bolsillo, y ahora te traemos una guía detallada con diez consejos fundamentales para prolongar la vida útil de los elementos del auto; pero antes, te dejamos una aclaración importante.
Importante: conocé tu auto y las fallas más comunes
Si bien actualmente muchos autos comparten mecánica, no todos los motores son iguales, y ninguno es perfecto. A la hora de comprar o usar un auto, tenés que conocer las “mañas” de su motor o sus componentes, es decir, saber cuáles son las fallas más comunes, y repararlas preventivamente si se puede solucionar, así como anticiparse a cualquier tipo de adversidad.
Las mejores maneras de saber sobre las posibles fallas comunes de un auto son consultar los foros, ver videos, hablar con propietarios o mecánicos, en resumen, hacer un trabajo de investigación para saber qué deberías tener en cuenta del funcionamiento y el mantenimiento de tu vehículo.
Por decir un ejemplo: si leíste que un motor es propenso a perder o gastar mucho aceite, te recomendamos anticiparte a la jugada y llevar un tarro siempre, aunque sea para poder cargarlo y llegar a un taller. Hay miles de ejemplos de motores catalogados como “mañosos”, y hay que tener el conocimiento de lo que se está comprando.
Ahora sí, vamos con los tips y consejos.
Tip 1: Mantené el auto periódicamente
Puede que suene obvio, pero aún hay gente que se olvida de realizar los mantenimientos programados de sus autos, ya sea cambios de aceite y filtros, neumáticos, correa de distribución o incluso de revisar los fluidos necesarios, como el agua o los líquidos de freno o de dirección.
La falta de mantenimiento no sólo podría resultar en accidentes, sino que también acortan la vida útil de los componentes y ponen en riesgo el motor (se puede fundir, sobrecalentar e incluso incendiar), además de generar costos carísimos de arreglo. Si bien los mantenimientos no son baratos, son fundamentales, y la suma a pagar es baja en comparación a si hay una ruptura mecánica.
Recordá que podés consultar cada cuánto hay que hacer los mantenimientos en los manuales del auto, y te recomendamos tener una libreta en la que tengas anotado los kilómetros a los que tenés que hacer los cambios de componentes o revisiones.
Importante: el mantenimiento también incluye las campañas de Recall hechas por las marcas cuando se detectan defectos que podrían terminar en heridas graves. Es fundamental estar atento a si te notifican por un llamado a revisión, y consultar en las páginas web o en un concesionario si tu vehículo está afectado.
Tip 2: No dejes el auto parado ni cubierto por mucho tiempo
Somos partidarios de que los autos están para usarse, pero hay muchas personas que dejan el auto parado durante mucho tiempo y no lo utilizan, y esto podría ser perjudicial para varios componentes del motor, así como para la chapa e incluso para el interior.
Dejar el auto parado a la intemperie puede provocar daños en la pintura, el torpedo o el volante por el sol, además que las ruedas pueden deformarse o resecarse. Otro punto a tener en cuenta es que, dependiendo de donde vivas o dónde dejes el auto, pueden meterse animales y morder los cables o componentes del vehículo.
Además, la pandemia nos enseño que hay que arrancar el motor periódicamente, siendo la muerte de la batería solo el problema más recurrente, y según como le "des corriente" podés terminar arruinando algunos componentes electrónicos.
Si pensás que la solución para que no se dañe el auto dejándolo parado es cubrirlo con una lona o funda, permitime decirte que no es así. Si bien estos cobertores ayudan mucho a preservar la carrocería y los componentes del auto, almacenan mucha humedad y podrían provocar o acelerar la oxidación.
Hablando de herrumbre, no dejes que se propague mucho, lo recomendable es arreglar lo antes posible las manchas de óxido. Como dijimos más arriba, es mejor tratar los problemas rápido, antes de que empeoren y te cueste ($$$) más arreglarlos.
Tip 3: Usá los componentes adecuados
Los autos generalmente llevan un tipo de aceite específico por su viscosidad, y siempre hay que usar el que se recomienda en el manual del vehículo. La marca del aceite es de tu elección, pero la viscosidad tiene que ser la indicada.
Con respecto a los líquidos refrigerantes, recomendamos usar algunos con propiedades anticongelantes, para evitar daños en los componentes del sistema, debido a las bajas temperaturas.
Tip 4: Utilizá los combustibles correctos
Otro elemento a tener en cuenta es el combustible. Si bien muchas automotrices tienen convenio con algunas petroleras, lo importante no es la marca, sino utilizar el combustible con el octanaje correcto.
Para saber qué octanaje que lleva tu auto, podés consultarlo en el manual o en la cara interna de la tapa de combustible, y a veces en el marco de la puerta del conductor. Los tipos de nafta y gasoil ofrecidos en Argentina son los siguientes:
- Nafta Grado 2: Súper de 95 octanos
- Nafta Grado 3: Premium de 98 octanos
- Gasoil Grado 2: Común, 500 ppm de azufre
- Gasoil Grado 3: Premium, 10 ppm de azufre
Muchos creen que la nafta "premium" o el mayor octanaje va a darles más potencia y en la práctica no es así e incluso puede producir lo contrario. Casi ningún auto de producción necesita 98 octanos, pero se recomienda mucho en motores de inyección directa de nafta por ser más "limpia" o tener menos azufre. En el caso de los gasoleros es todo lo contrario, y a partir de determinados modelos es indispensable usar Grado 3.
Importante: si vas a cargar combustible y te das cuenta de que le pusieron el equivocado (es decir, si le echaron nafta a un auto diésel o viceversa), no prendas el auto; pedí ayuda para empujarlo y dejarlo en un lugar donde no moleste, llamá a una grúa y llévalo a un taller para que lo drenen. No recomendamos utilizar métodos de drenaje caseros, puede ser peligroso.
Tip 5: hacele caso a los testigos del tablero
Si bien hay testigos del tablero que se desconfiguran (por ejemplo, el monitoreo de presión de los neumáticos) o que no afectan en el funcionamiento de la mecánica (falta de líquido limpiaparabrisas o luz quemada), hay muchos que sí son importantes y que se deben respetar para cuidar la integridad de la mecánica.
El testigo de la temperatura (que no es modo velero) es fundamental, ya que si el motor trabaja más caliente de lo que debería, podría dañarse severamente. El testigo del aceite también es uno de los más importantes, ya que la falta de este fluido podría provocar daños muy graves y MUY caros.
Con respecto al medidor y testigo del combustible, es recomendable que la “aguja” no baje del cuarto de tanque, ni tampoco jugar a la suerte con la reserva, ya que podrían entrar “basuritas” en el sistema de inyección y dañarlo, resultando en costos aún más altos que la nafta o el gasoil.
Tip 6: Manejá cuidadosamente
La falta de mantenimiento o el desuso no son los únicos aspectos a tener en cuenta, ya que la mayoría de los componentes de los vehículos se desgastan o se rompen con el uso. Recordá ser consciente y usar el auto con cuidado; no vivimos en una película.
Es importante que entiendas que el auto es un medio de transporte, y hay que cuidarlo, no estires los cambios innecesariamente ni esperes lo más tarde posible para frenar, ya que el desgaste será más rápido (además de correr el riesgo de provocar accidentes). Otra costumbre muy común es pegar “palancazos” en autos con caja manual; no lo hagas, el movimiento no sólo podría dañar la transmisión, sino que un error (por ejemplo, poner primera en vez de tercera) podría resultar muy costoso.
Otro aspecto a tener en cuenta es evitar (dentro de lo posible) las calles con muchos desperfectos (o tomárselas con calma), ya sean pozos, lomos de burro o badenes, ya que se pueden romper o dañar los neumáticos y las llantas, además de provocar un desgaste prematuro de los componentes de la suspensión y los frenos.
Importante: como ya te contamos, cruzar los lomos de burro y los badenes en diagonal no es bueno para tu auto, así que no lo hagas si querés cuidar tu auto y tu bolsillo.
Tip 7: no pongas marcha atrás ni P en movimiento
Si pensabas que la “R” de la palanca de cambios es por “rapidísimo”, no lo es; significa “reversa” o marcha atrás, y es muy importante usarla con el auto 100% detenido, ya que podría provocarse un desgaste prematuro del sistema, e incluso daños muy costosos en la transmisión (además de un ruido que no te va a gustar)
Importante: Con respecto a la transmisión, en autos con caja manual, es fundamental no manejar con el pie encima del embrague, porque esa acción puede provocar un desgaste prematuro del sistema.
En las cajas automáticas tampoco se recomienda pasar a P antes de detenerse por completo, además del cimbronazo que vas a sentir, ayudás a romper componentes de la caja. El procedimiento correcto sería, frenar a cero, pasar a N, poner freno de mano y finalmente P.
Tip 8: no remolcar o cargar más de lo declarado
Si sos de viajar mucho o remolcar tráilers, tendrías que tener en cuenta las capacidades declaradas por el fabricante, ya que el exceso de carga podría dañar las suspensiones o forzar innecesariamente el motor y la transmisión.
Importante: si llevás tráilers, también tenés que revisarlos periódicamente y asegurarte de que todo esté en condiciones antes de salir a la ruta.
Tip 9: tené cuidado al levantar el auto
Si bien en otra nota ya te contamos cómo cambiar una rueda del auto, es muy frecuente ver vehículos con los zócalos dañados o “hundidos” por no saber dónde va el gato.
Los vehículos tienen como mínimo dos puntos de apoyo de cada lado para ubicar el gato, que generalmente están señalizados con flechas en los zócalos, detrás de las ruedas delanteras y delante de las traseras (si no los encontrás podés consultarlo en el manual).
Es importante que el gato no se apoye sobre la chapa, sino sobre los puntos del chasis que están diseñados para aguantar el peso del vehículo. Apoyar el gato en la carrocería no sólo puede abollar la chapa, sino que también puede provocarte daños graves (o fatales) si se cae el auto encima tuyo.
Nuestra recomendación: si ya sacaste la rueda pinchada, ubicala abajo del auto, y sino poné la de auxilio hasta que la coloques; por si el gato falla o si la carrocería se hunde (por estar mal colocado).
Tip 10: evitá el tuning
Sabemos que este punto dividirá opiniones, pero como ya te contamos, muchos elementos de tuning acortan la vida útil de los componentes del vehículo, como las suspensiones rebajadas, o los neumáticos ensanchados, por decir ejemplos. Aclaramos que, obviamente, un cambio de luces no debería cambiar el funcionamiento del vehículo (aunque podría ser peligroso para otros conductores), sino que nos referimos a las modificaciones de la mecánica o de componentes importantes para que el vehículo funcione.
Si bien hay casos en los que ciertas modificaciones como las reprogramaciones exprimen más los componentes del motor, o se eliminan filtros puestos por normativa, logrando más potencia y reduciendo el consumo, esto no siempre es positivo o recomendable, ya que el desgaste podría ser mayor o se podría dañar algún sistema. Además, mayormente en los motores diésel, las emisiones podrían ser mayores y se podrían "rebotar" las revisiones vehiculares, e incluso perder la garantía de fábrica.
Aclaración: si estás a favor del tuning, no tenemos nada en contra tuyo, es cuestión de gustos; nosotros solo te comentamos las consecuencias que podría traer y no lo recomendamos.
Esperamos que estos Tips y Consejos te ayuden a poder cuidar más tu auto y estar pendiente sobre su funcionamiento y el mantenimiento, para reducir gastos muy elevados y evitables.
Test Drive Abarth Pulse